Los sueros de control y el sistema de grupos sanguíneos ABO

Ficha técnica

Tipo de innovación: Reactivo
Ámbito: Análisis clínicos; Hemoterapia
Líder de innovación: Grifols i Roig, Josep Antoni; Grifols i Lucas, Víctor
Año: 1930
Etapa: 1909-1971
Difusión: España
Impacto económico: Medio
Nivel de innovación: Disruptivo
Patente: No
Relaciones interdisciplinares: -

A principios del siglo XX, Karl Landsteiner observó que, al mezclar la sangre de dos personas, a veces se formaban grumos visibles causados por la aglutinación de los glóbulos rojos. Este fenómeno ocasional podía llegar a causar la muerte del receptor en algunas transfusiones de sangre.

El descubrimiento del sistema ABO

Desconcertado y decidido a encontrar respuesta, Landsteiner analizó la sangre de 22 personas, incluida la suya. Separó y lavó los glóbulos rojos de cada muestra y los sumergió en una solución de suero salino fisiológico para crear los sueros de control. Al mezclar los glóbulos rojos de distintas muestras de sangre con diferentes sueros, observó tres tipos de sangre que causaban tres tipos de reacciones de aglutinación diferentes a los que denominó A, B y 0. Era la Viena de 1901 y acababa de nacer el sistema ABO. Dos años más tarde, sus discípulos Alfredo Castello y Adriano Sturli descubrieron el cuarto y último grupo: el tipo AB.

Nuevas aplicaciones para los sueros de control

En esta época estaban naciendo la hematología y la hemoterapia, y el joven Josep Antoni Grifols i Roig, que ya trabajaba con sueros y aglutinaciones, comprendió rápidamente la importancia de los estudios de Landsteiner y sus discípulos. Así, a lo largo de las décadas de los diez y veinte fue profundizando en su conocimiento de las reacciones aglutinantes como medio de diagnóstico de enfermedades infecciosas, y posteriormente, durante los años treina y cuarenta, desarrolló los primeros sueros de control, que llegaron a ser uno de los pilares comerciales de la compañía.

Más avances que incluyen la automatización

Landsteiner siguió investigando la tipificación de la sangre en colaboración con el investigador Alexander Salomon Wiener y, en 1940, descubrieron juntos otro antígeno en los glóbulos rojos: el factor Rh.

La combinación del sistema AB0 y la prueba de factor Rh determinaban la compatibilidad o incompatibilidad entre donante y receptor en prácticamente la totalidad de las transfusiones, y así se convirtió en una herramienta esencial para la seguridad transfusional y la eficiencia de cualquier banco de sangre.

Actualmente, los sistemas automatizados para la determinación del grupo sanguíneo han reemplazado a las técnicas manuales de laboratorio. Sin embargo, la ciencia básica de los sueros control es la misma. Grifols ha desempeñado un papel primordial en esta evolución tecnológica con el desarrollo de tarjetas de diagnóstico en tecnología de aglutinación, que son procesadas automáticamente por un aparato desarrollado por Grifols a tal fin.